Cada vez más hay más jóvenes con cáncer de colon y por fin los científicos creen saber por qué. Su microbiota necesita fibra

Un nuevo estudio revela un vínculo entre el aumento de cáncer de colon en la población joven y la toxina colibactina, ligada con el consumo de fibra

Fibra
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Liliana Fuchs

Editor

El cáncer de colon o cáncer colorrectal ha apuntado tradicionalmente a una mayor incidencia en las personas mayores. Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, la edad media en España de presentación es de 70 años, pero las cifras están aumentando entre la población más joven a nivel mundial. Las razones de este cambio de tendencia parecían un misterio contra la lógica, pero la ciencia cada vez tiene más pistas que apuntan a las posibles razones que explican este preocupante fenómeno. Los cambios en la dieta tienen mucho que decir.

En nuestro país, el cáncer de colon es el más frecuentemente diagnosticado considerando ambos sexos, ligeramente mayor entre hombres, y segunda causa de muerte por esta enfermedad después del cáncer de pulmón. Tenemos bastante claro que para evitar este último es fundamental no fumar, pero menos claras son las pautas a seguir para reducir las posibilidades de desarrollar cáncer colorrectal, más allá de los consejos generales de un estilo de vida saludable.

En Estados Unidos, los cambios en la epidemiología de esta enfermedad son aún más llamativos. Mientras que desde 1980 han disminuido los casos entre los mayores de 50 años, en las últimas décadas están aumentando entre la población más joven. Se estima que, de mantenerse esta tendencia, en 2030 será la principal causa de muerte relacionada con el cáncer entre los adultos de 20, 30 y 40 años.

¿Por qué cada vez se diagnostica a gente más joven con cáncer de colon? La clave parece estar en la dieta, pero concretamente en la dieta de la infancia más temprana. Y el problema se manifiesta a través de la microbiota.

En un estudio publicado recientemente en la revista Nature, los investigadores descubrieron un vínculo entre el aumento de cáncer de colon en la población joven y la toxina colibactina. Esta toxina es producida por diferentes tipos de bacterias, entre ellas la E. coli, y es capaz de generar mutaciones en nuestro ADN, siendo causa potencial de enfermedades como el cáncer colorrectal. Sin embargo, la presencia de dicha toxina en nuestro intestino no implica que vayamos a desarrollar cáncer; de hecho, se estima que entre un 30-40% de adultos sanos tienen bacterias productoras de colibactina.

Medico

La clave, como explica la médico y divulgadora Trisha Pasricha en The Washington Post, parece haberla revelado otro estudio reciente publicado en Nature Microbiology. Y esa clave sería la fibra.

A la microbiota le gusta la fibra

En un estudio con ratones, los intestinos de los roedores alimentados con una dieta baja en fibra presentaron un mayor número de bacterias productoras de colibactina; también desarrollaron inflamación crónica en el colon, acelerando la producción de tumores. Por el contario, el microbioma de los ratones alimentados a diario con fibra soluble disminuyó la inflamación, volviéndose más resistentes a esas bacterias productoras de la toxina.

Las conclusiones de este trabajo coinciden con datos de estudios previos desarrollados en humanos, que vinculan una dieta rica en fibra con una menor incidencia de cánceres del sistema digestivo. Lo que no teníamos tan claro es que el microbioma ya puede ser un caldo de cultivo para el cáncer de colon en jóvenes adultos desde muy pequeños cuando la colibactina puede empezar a campar a sus anchas en nuestras tripas.

La investigación sobre la microbiota y su papel en la salud del organismo aún tiene mucho camino por recorrer, pero sí sabemos que es mucho más maleable en la primera infancia, incluso empieza a formarse durante el embarazo a través de la dieta de la madre. Todavía no sabemos cómo afectan exactamente otros factores de tipo ambiental o de exposición a ciertas sustancias, pero sí que el tipo de dieta nos marca ya desde niños.

Por tanto, como la propia Pasricha recalca, para reducir las posibilidades de desarrollar cáncer de colon prematuramente, lo más recomendable es llevar una dieta rica en fibra, con la mayor variedad de alimentos vegetales que podamos incluir: legumbres, verduras, frutas, frutos secos, cereales integrales, etc. Y cuanto antes se inculquen estos hábitos en los niños más pequeños, mucho mejor.

Imágenes | Freepik/pressfoto

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