Inés Vazquez Noya
EditorUna atleta talentosa y defensora de la dieta vegana, fue un gusto conversar con Emma García.
Una joven de 26 años de actitud positiva y que contagia a quienes la rodean, atribuye mejoras en su rendimiento deportivo, recuperación y descanso al cambio de alimentación, y también un fortalecimiento en su pelo y uñas. En su haber, tiene un palmarés envidiable que incluye medallas mundiales y europeas, como un oro en dúo mixto libre en 2024. Emma es una influencia increíblemente positiva para la comunidad vegana, ¡demostrando lo que un atleta vegano puede lograr!
Comenzó en la natación artística en el Club Natació Sabadell en 2009, a los 10 años. Fue pionera en la sección de natación artística del club y la primera en pasar por el centro de tecnificación catalana y el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. A los 17 años se profesionalizó y, a lo largo de estos años, ha competido en tres Campeonatos Mundiales (2019, 2022, 2023) y cinco Campeonatos Europeos (2018, 2021, 2022, 2023, 2024).
Subcampeona del mundo en la modalidad de Dúo Mixto, ganando una medalla de plata en los Campeonatos del Mundo de Fukuoka 2023 en Dúo Mixto Técnico junto a Pau Ribes. Sobre las comunidades atléticas y olímpicas, menciona: "Es verdad que en tu ficha de deportista ya pone que tienes este tipo de dieta”.
¿Quién la inspiró al cambio? Gary Yourofsky en principio, y luego su propia curiosidad la llevó a investigar e interiorizarse con la industria animal. Sobre la disponibilidad de ingredientes vegetales en los Centros Deportivos, recuerda: "Si había opciones, pero en otros hoteles, quizás el primer día era más complejo, pero luego se acomodaba". Cuenta cómo Francia ha sido el país más complicado para comer vegano en un ambiente de competición.
En julio de 2024, a sus 25 años, anunció su retiro de la alta competición. Cierra un ciclo glorioso y abre otro, igual de desafiante: acompañar el proceso de transición, lo que significa ser una guía y brindar esa ayuda extra que las personas necesitan cuando deciden dejar de comer carne. Hacer la transición a una alimentación vegetal es mucho más fácil con alguien ahí para proporcionar apoyo y aliento.
"Yo empecé en 2019 y estuve hasta 2021 con la transición", cuenta Emma, primero eliminando la carne, luego el pescado y, por último, los huevos y los lácteos. La adaptación de una dieta carnívora a una vegetal puede ser un proceso gradual y personalizado, que depende de la motivación y el ritmo de cada persona. No es necesario hacerlo de golpe, y se recomienda abordar este cambio de manera paulatina, centrándose en la la sustitución de alimentos, en lugar de la eliminación repentina.
A nivel emocional, puede generar dudas e inquietudes, pero es un proceso que se puede manejar con paciencia y planificación. En el caso de Emma, lo recuerda como "un proceso paulatino y a mi propio tiempo. Una transición autodidacta. Fui a una nutricionista, pero era más de soporte si necesitaba algo".
“Hay que enseñar desde el ejemplo y desde la experiencia. Es un honor ser un referente y poder ayudar a las personas que quieran ser veganas a hacerlo bien”. Con una sonrisa y mucha ilusión, Emma quiere brindar ese apoyo emocional para superar los desafíos de la transición y, por qué no, formar una comunidad de personas en transición para ser un grupo de apoyo donde compartir experiencias y consejos.
Fuera del agua, es una comunicadora activa en redes sociales, donde comparte reflexiones, su rutina de entrenamiento o recortes de entrevistas y/o podcasts que ha hecho. Sobre el odio en la era digital, asegura: “He tenido algunos comentarios (negativos) de algún podcast o algún vídeo que he hecho, pero en parte creo que es bueno porque está tomando un mensaje y hace que llegue a más personas. Ojalá tener mucho más hate para generar conversación y discusión”, dice, pero también aclara que abrir el debate y la conversación para intercambiar pensamientos es enriquecedor si hay respeto.
Su lado más foodie lo muestra en su cuenta secundaria @thevegan.mermaid13 con ideas de recetas y recomendaciones gastronómicas. Los platos que propone son coloridos y bien variados, ricos en vegetales frescos, tempeh, legumbres, arroz, patata, aguacate, pan y mucho más. ¿Y de suplementos? La dosis diaria de Vitamina B12. Según la época, un suplemento de omega 3, magnesio y, en temporada de invierno, vitamina D ya que la exposición al sol es menor.
Fanática de la cocina asiática, su lugar preferido es Desoriente (destacado en la guía de Cuatro restaurantes veganos que merece la pena visitar en Poblenou, el barrio de moda de Barcelona) y destaca especialmente el brócoli frito acompañado de salsa goma ponzu y cacahuetes tostados. Emma tiene un estilo de vida activo y en movimiento. Practica pilates y yoga, además de trabajo de musculación en el gimnasio; la natación sigue presente en su vida: “Me meto en el agua porque soy una sirena”.
Imágenes | cedidas por Emma García
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